lunes, 1 de abril de 2013

Nada puede condenarnos


La niebla esta besando el tornasol
y las siluetas
que acaban en sombras aladas
las luces lejanas de las ciudades lejanas
nos arriman a su encanto misterioso:
sabemos que hay gente allí
viviendo en sus propios cuerpos
y ellos no saben que recreamos su vida
a partir de las luces que sus casas titilan

Todos levantando la mirada a la luna
Al horizonte que nace y muere
Con la confusión entre el cielo y el mar
Con el ocaso, con los hombres del mar
Tímidos ante su barco
“La condena esta próxima”
Diría cualquiera tras esta escena
Así como la humedad del aire
Que nos inunda las manos
“La condena esta próxima” suspirando…
Siempre y cuando estemos dispuestos, es lo que creo
He tomado una porción de aliento
No me condeno si no hay forma de olerlo
Y Si la hubiera
Sería un viento de aquellos
Cansinos o quizás violentos
Pero nada del otro mundo
                 Como los propios miedos.

Soles, aires días finalizando:
Me vuelco inmediatamente
        en una pasión por lo instantáneo
ahora tomo tu mano
y estamos juntos
como hemos soñado
como las luces lejanas de aquí
y como hemos discutido hace años
ahora tomo tu mano
estamos juntos en lo instantáneo
nada puede condenarnos.