Madre e Hijo

Sanar con tumbas y rosas

Mi manera es callada
Y la pausa es eterna
delicadeza sagrada
pétalo mi cabeza
originario del fuego
hermano del muerto
originario del mar
violín de asesinar
monumento sin cuerpo.

Mi manera es sedar
y el canto me encuentra
te ayudaría a sanar
pétalo que pasas por ave
luego por pieza de jade
y luego vuelves a callar.

Mi manera es andar
originario del trueno
desnudo de amar
pétalo de arriero
animal del animal
¿dónde besar y encontrar?
los libros tienen palabras
las notas pentagramas
y oscuras partituras
las bocas casi nada
un soplo y casi nada
¿dónde abrazar y encontrar?
las hojas tienen verde
y ramas como mapas
o caminos para el agua
los árboles la sombra
y los miedos un estanque
los abrazos sólo un poco
de calor y nada más.

Callar es la manera
original de recordar,
original es la bañera
que se vierte con su sal
recordando a toda era
mi manera de rezar:
callando la quimera
dibujando un alfeizar
con cigarras secas
y flores del pasar
sobre este un niño
en la ventana repitiendo
el tiempo de su imagen
¿dónde está
dónde está
y su rostro yace tibio
en un viaje difuso
y en sus ojos unas nubes
pasan lentas
silenciosas
a manera mía
para sombrear la escena
y sanar con tumbas y rosas.

Una plaga y un frasco

He arrancado las raíces del mar
Y en mis manos pareciera un recién nacido
He tomado hasta la última gota aromática
Tendiéndola dentro de un frasco muy pequeño:
Ya tengo el mar.

He arrancado las raíces del hombre
Y en mis manos parecieran
hojas dañadas por la seda
He tomado hasta la última nota de sus cadenas
Tendiéndolos dentro de frascos muy pequeños
Donde alcanzan a mover sus manos
Y escuchan así como algo lejano
Los te quieros de otros frascos:
Ya tengo al hombre.

He de pétalos compuesto una cara
No arrancados
Sí de ningún jardín
Sí de un frasco trizado.
Ya tengo mi primer corte
como un persigno inhabitado.
El mar se agita en respuesta al hallazgo.