martes, 24 de julio de 2012

En mi propia defensa


Habito lo que quiero conocer como mío
El cristal me impacta tanto como las hojas
Todo tiene su color raro y perfecto
Los artefactos de la noche y el día
Están ahí puestos para mis ojos que gustan
De barrer las estrella otoñales y los versos
Ahí puestos para las manos que levantan y acogen
Las cosas que nadie quiere por estar heridas


Habito los espacios que quiero
Armando los trapecios de la vida
Aunque sufra del vértigo cansino
Que lentamente se hace té en mis labios
Lentamente lo alcanzo con mis arcos
Con mis enormes arcos donde tengo enormes manos
Y estoy firme por algún motivo de amor
Por la misma poesía por el mismo valor
Que me dieron los hombros de profundo cobijo
mis ancestros monumentales.

Habito la caricia cuando estoy con frío
Y el ancho sitio del ocaso marino:
Estoy frente a frente con el sol rojizo
Y estoy frente a frente con el rompeolas
Sentado, tranquilo aguantando las sales
Como un nuevo animal que abre los ojos
Y reparte sus colores 
ante una multitud virgen.

Habito como  la libertad más pura
He crecido para dar la sombra a mis miedos
Tomo las cosas en el orden inverso
Cuando estoy al borde
Y crezco
Y soy una cosa pequeña pero liviana
Y crezco
En un universo de tamaños extraños yo habito
Habito la libertad en las palabras
Habito en un cuarto distinto
para las cimas o simas
Habito para escribir de cuanto sea
Venga y vaya hacia mi o hacia ti
Tomo las cosas por palabras
Y las palabras algún día serán cosas.

lunes, 23 de julio de 2012

Niños extintos



Una lucha sesuda por un bledo pesado
Es insignificante el significado
                                          de cualquier cosa
Manejamos el arte del cuanto
Sin necesidad de estudiar
   De un diccionario de medidas

          Y bailamos confeccionando aires
                   A través de nuestras narices
                      De nuestra propia combustión
                        De nuestro único ritmo.

Cuelgan ajos secos desde un clavo
La imagen del campo se esta secando
Los pastos son más grandes que los hombres
Los hombros caen más fuerte que los  árboles
Los árboles crecen más lentos que los hijos de los hombres
Los hombres mueren más rápido que los hijos de los pastos
Y esto es un ciclo inalterable de la naturaleza
Es casi ver un lugar abierto como un libro nuevo
Aromatizado con cosas insuperables
Con letras fantásticas
Con historias innumerables
que tienen sabor 
a la libertad del crecimiento
a la libertad de la muerte
Sin santos, ni lloronas
Sin lápidas líquidas
Sólo respeto y adelante
Sin vástagos congelados
                        ornamentando nombres olvidadizos
El tiempo es olvidadizo
El nombre es olvidado
El arte manejamos cuando estamos vivos
Nacimos para pensar sobre el arte
Y nuestro estado danzante
¿A dónde está lo pensado?
Manejamos el arte de la irreverencia
Pero reverenciamos estatuas de carne
Que no tiene habla
Que no tienen sangre
Sólo tienen en parte
La parte de otros que mueren ,
Vivimos en telares tibios y arácnidos
Somos maestros de la construcción
Maestros de los muros pero ciegos de la vida de los puentes
Ciegos del frío
Amantes de la lluvía
Ciegos del agua sofocante
Amantes de los fuegos
Amantes por sobre todo amantes
Y no sabemos que amamos pero estamos ahí
Clamando a todos nuestro estado de amor
Nuestra ventana adquirida por esfuerzo
Nuestro abrir soleado y abrazado de brisa
Y abrasado de mar y caricias
Y ahí estamos
Y nacimos para pensar
Maestros de los muros
Casi inalcanzables
Maestros de la irreverencia
Casi somos suelo 
de los gachos que estamos
¿A dónde está lo pensado?
¿A dónde están los niños?
¿fuimos niños extintos? …Seguramente.

miércoles, 18 de julio de 2012

Un pacto para el futuro


Los futuros aparecen como peces entre un agua difusa
Brillan con el fulgor lejano que esconden los hijos perdidos
 Los hijos perdidos del mar en la tierra

Los futuros imponen sus miedos y sus delicias
Levantan las cosas de la sangre fuera de la vista
Nos llevan por donde no fueron nuestros abuelos
O nos llevan directamente a ser ellos de nuevo
En una espiral de colores volando
Que arrastra consigo los sueños de los pobres
Las palabras que estaban escritas en mudos retratos
En peces árboles en espirales de peces árboles
Que llenaban las alcancías de los platos
Las alcancías de las manos
Las alcancías de los que no alcanzaron

Los futuros aparecen como peces en un estanque-espejo
Mi rostro se refleja entre el movimiento de las bestias diminutas
Y yo quiero beber de un futuro
La juventud busca un futuro como el agua las salidas
En un espacio que revela el pasado como un tubo
Y encadena los pocos pasos en ese mismo pasado

Hay seres que se hacen llamar personas
Y son venerados hacia su palco con premura
Son venerados con la ternura del miedo
Acariciados los ancianos del orden
En sus sillas del orden
Con sus piernas largas y sus oídos sucios

Acá se acaba desde la norma la vida
Esto es un juego que se niega a ser jugado desde hoy
Porque mis palabras han poseído un orden distinto
El orden del desorden
El futuro es desorden
El comienzo también
El adiós de los ancianos fantasmas
El adiós de la violencia en un sufragio

Esto es un mar de peces
Un mar de espadas que tomar:

Este es el pacto para el final de las ideas de museo.

jueves, 12 de julio de 2012

Boceto de "Árboles y peces"

Óleo sobre madera
"Árboles y peces"
Boceto.

miércoles, 4 de julio de 2012

El perdón sobre mis niños


Abierto sobre el palco de un lugar aparte
Permanezco solo en un cristo aparte
Extraño el viento forzoso del izado pueril
Aquél de las mañanas vivas y los perdones insaciables
Los altos montajes que despertaban la imaginación
Los personajes cobardes
Y los personajes heroicos salidos desde mi pluma pequeña
Y todos aparte de un mundo aparte y gigantesco
Verificando la existencia de universos sin materia

Cristalina la evocación que decanta en mi mirada estelar
El dolor fluye en forma de argumentos grises y empolvados
Un sillón antiguo mece las piernas de un abuelo perdido
Yo parezco un abuelo saltimbanqui apenas sobre la cuerda
Yo estoy en la ventana azul de noche azul profunda cantando
Yo estoy extrañando con un sombrero y una flor en el corazón
Una flor que recién muere por el frío del invierno
Para dar otras flores marítimas chispeantes
No marchitas ni arrebatadas como la emoción del oleaje caudaloso
El mundo caudaloso los giros caudalosos y aparte de los palcos
De los saltos desde palcos sobre los públicos marítimos
Todos controlados por los flujos ajenos y las mareas desconcertantes

Aquél de las mañanas vivas era yo mar era yo miedo
El niño enorme sobre las quebradas y ventisqueros agrietados
Nada de esto es la realidad señores
Nada de esto y yo era el niño ¡amados!
Yo era el de las espadas y los vuelos
Las casas los bosques las herraduras los broqueles
Yo el de las catástrofes anunciadas y los rezos inconscientes
Yo era el clavo que arrancó la carne y yo fui el de las toses y resguardos
El de los brazos rascados y las cosas en su lugar
Yo fui el del conocimiento depositado al fondo de una jarra sedienta
Y yo fui también el mejor amigo del hombre antes que la muerte

La copa se llena de desperdicios
Y yo aparte en otros giros orbitantes
Sobre otras galaxias lejanas brincando tal las rocas lo hacen
Conversando acerca de un extraño suceso denominado algo
Como yo
Como la libertad en cuestión de segundos
Como la abreviación máxima de mi cuerpo en una espina
O la concreción de los sueños en una ráfaga ligera

He merecido soplar los cielos
He merecido borrar las cadenas salinas
He merecido tener los hijos de un pesebre
He tenido la libertad entre las manos
Casi mía.

domingo, 1 de julio de 2012

identidad marina

Una caminata marina
Recorre los contornos de esta noche
La sombra se avecina
Es liso espumado el silencio solar
Es cresta temblando por quebrar
El solo costero y desnudo
de la lentitud bramada .

Aún él camina marino
Buscando su mar. Buscando sumar.

Una caminata marina
Desviste hombros con la lengua
Cubre cuellos con sus lunas
Dispersa los granos de arena
Para dibujar universos de tierra
Para pintar las estrellas en el viento
Para susurrar sus secretos esqueletos
(Los secretos que guarda encadenados
A rompeolas de manos ciegas)

Una caminara marina:
Es un silbido profundo como el pozo de la sed.
Un rugido de eternos oídos que nacen y mueren.
Un dedo divino que revuelve la imagen de un espejo
Espejo caído de un ojo divino
Espejo de amaneceres menos vivos
Pero de soles húmedos
De botes húmedos
De pájaros hundidos que surcan de ola en ola
Recorridos ya recorridos.

Una caminata marina:
Persianas inmensas
Levantadas a los seres
A los no seres
Al olvido;

Ciertamente es también
Un hombre solo
Buscando sumar alientos
Para navegar en un espejo
Y no volver
Mas que a besar cabellos
De seres queridos
Besar sus palabras
Besar intensamente sus sueños arrebatados
Pero siempre del otro lado
Virtual en su mar fronterizo.
Buscando su mar
y no volver.

tres cosas que decir y luego seguir diciendo

-Hay suspenso en la palabra, en el tiempo hay versos.

-la verdad es que todo está al reverso cuando creemos ser rectos.

- puramente el dolor radica en todo ser
Es como una lluvia al amanecer del invierno
Es decir
El sol moribundo y los pájaros huyendo
Así como una raíz pequeñísima
Hurgando los horizontes de los quejidos, siempre
Espejos lamidos e igualando
Dolor ínfimo
Infinito.

-hay suspenso en las otras personas
Hay personas en los acontecimientos
Y los dioses siempre son terceros
Primeros son los vivos traviesos
Toqueteando el perdón
Toqueteando la súplica
Como el carbón los mineros;
Ya sabemos que el carbón
No pertenece a los mineros
Y la pertenencia se hace a través de la muerte.
La muerte claro está
Es la del tiempo vivido
Por una causa sin hombre.
Entonces basta de súplicas y perdonados.

-El trabajo no es del hombre
Vivir fue primer motivo de tener aliento
Aliento hay de sobra en los espejos y en las rosas perfumadas
Y si de alimento se trata
Hay cascadas de sonrisas dispuestas
Hay millones de vuelos sin pareja
Y bailes con alas revueltas,
Si de amor se tratase todo esto
¿Por qué abandonamos nuestros puestos
Y nos vamos a vivir en la profundidad de los ecos sombríos?
La realidad está en un saco ajeno
Parece que nos han perdido adrede
En un cuento de segundos personajes
Leves, sin voz aparente.
Si tratase de callar
Ya sabemos que no hay silencio
Nunca hay silencio para el hombre
Los oídos solo sirven
En esta realidad compartida
En esta atmósfera particionada
Por ideas descompuestas y valores dibujados con cruces chupeteadas
Arriba de montes divinos
Arriba de todos los ojos lacerados.

Seamos optimistas
La poesía ya no rima
Seamos optimistas
Las manos tienen como única opción
La tinta explosiva.

Árboles y Peces


Una mañana se asoma entre mis ojos
El sol pasa y se hace de noche
Son mañanas sucesivas en un mismo instante
Mi cuerpo esta sudado y cubriendo apenas un espacio
Hay amarguras
Hay felicidades
Iré una a una como decidiendo un juego
Un juego de cartas entre los dedos.

Iré construyendo el palacio del aliento
Y el árbol matemático, que diverge en una serie de venas azules
En una serie infinita de casos potencialmente míos
Donde soy propio y acobardado
O el más valiente animal pero ajeno
Corriendo tras la vida hiriente
Cazando la muerte de otros
Para estar vivo entre otros.

Árboles que son peces
Peces que son árboles
En una danza equivalente
al amor que nunca fue elevado

Seré abusado por el entorno
Seré la cruz clavada, la estaca profunda
Astillada en el pecho del mar:

Árboles que son peces
Metálicas corrientes marinas
Peces que son árboles
Seré abusado por el entorno
Seré un pulgar ascendente
Un símbolo afirmativo

Me he permitido vivir aquí
Me permitido morir allá
Me he permitido amar así
Me he permitido abandonar.


Hay dimensiones donde me vuelco
Donde me derrumbo
Hay dimensiones donde me construyo
Y giran los árboles alrededor del pez lleno de reflejos
¿Has sentido el vértigo de las preguntas?
(Me pregunto en el vértigo)
Frente a un espejo que esta frente a un espejo

Las salivas se han aunado
Están en fase, sumando la libertad del beso
A veces me quedo atrás del nado
Extrañado atando la sociedad con tiempo

Árboles que son peces:
En una danza equivalente
Al color de la carne tibia
Peces que son árboles:
Anuncian el sitio donde me hallaré
Algún día entre la sombra de un campo desierto.

Hay dimensiones donde me vuelco
En capas blancas sin palabras
Como las hojas del invierno
Y tengo diamantes que florecen
Acurrucados, doliéndome atrás
En la espalda del cielo marmóreo
En las mañanas sucesivas y numéricas
Que van y vienen por mi ventana.

Hay dimensiones donde me derrumbo
Y se desploman los escombros como plumas
Y las creencias se arrastran por el cieno

Las manos son espirales
Las lenguas se secan de palabras
Los ojos despegan hasta otro cuento
Soy repetitivo pero siempre cierto
Las piernas aparecen débiles entre mi cuadro de sexo y torso
La lluvia, la mañana, el azur congelado
Léase lento:
yo
Quiero
Hablar de
Estar muy lejos
Recordando frente al mar… tu...
Llegada a mi espacio, tu ida en silencio
Los árboles curvos, escamados, girando alrededor del gran pez, tu llegada, tu ida
Como el sol de mi mañana, sucesiva eres
Agradezco la repetición
La locura de la repetición
La amargura del cambio
El alivio del ciclo.