miércoles, 24 de junio de 2015

Cobardes

Besos vacuos
direcciones erradas
todos los trabajos son forzados
mientras los árboles recuerdan con nostalgia 
la densidad del bosque.

La poesía se inunda con pocas lágrimas:
envenenados todos los que leen estos versos
por mandato de mi voz metálica
envenenados todos los que leen estos versos
¡avancen avancen!, ¡retírense cobardes!
busquen a quien contar sus últimas palabras
no tienen escapatoria:

siempre han mentido sobre lo que realmente son. 

Los últimos

Ahí están las últimas estrellas
el último cielo moribundo
el último hombre.

Prefiero cubrirme de sábanas rocosas
como aquellas mujeres antiguas
que hicieron la cordillera

prefiero cubrirme y dejar un pequeño orificio
para mirar la luna
cuando pase a saludar 
mis vestigios mal educados.