domingo, 29 de agosto de 2010

Quinteros 2010

I


Pasan las cosas
encima de los ojos
ensombrecidas y rápidas
se van
a otro horizonte
y dan su espalda viajera.

hay moho sobre la piel
sobre mi cuerpo que es otro cuerpo
verdoso clamor de las grietas
soy una roca que apenas respira.

avanzo hacia las costas
donde los besos revientan cada segundo
y mi falta
de amores enlabiados
fecunda

sin embargo
hay brisa
hay quien me estremezca
beso de brisa salina
seca mi piel de lleno
sólo un sol sobre la vista
ilumina lo que se apaga
se nos va hacia lo negro
ausente
se nos va, me hundo
imponente, revienta la ola
ya despierta
hay un silencio enorme:

naturaleza alzada
incansable os dejáis las aguas
revueltas sobre los cabellos
invisibles y furiosos caballos
calláis todos los adentros.
ya despierto.






II

Las líneas más sutiles
Bifurcan el reflejo del camino
Estatuas enormes custodian
El cielo.
Celeste, azul marino
Petróleo abisal, casi negro
Ha oscurecido.

¿Cómo ha
de diferenciar la gente
Donde yacen sus pies
Si el color
continuo más inmenso
Se ha mezclado, silente y escondido
Hasta la luna se ha entumecido
Las aguas subieron, pacífico
Dolor de frío
Cómo
Océano, incansable azul
Cómo saber donde yacen tendidos
Los árboles y sus raíces
los siglos muertos de hastío
los espejos de mujeres horribles
que no quieren más gritos sobre gritos
los cientos de dedos en los montes
señalando estrellas como niños?
¿Cómo?


















III


lo más cercano a un hombre
es un camino
lo más lejano
es cuando olvida que hay otros hombres
y esta lleno
de hombres que no son hombres
y de pensamientos que no son palabras
y de acciones que no merecen
ni siquiera letras, ni siquiera agallas
para ser una mísera raya
y nuevamente
salta espuma y un viento clama
por ayuda para tantos
y por tantos que no se ayudan
y por todos los saltos que murieron
enrocados de sangre a golpe
y todas las furias marinas
que desatan los nombres ocultos
cristos redentores sin troncos
sin clavos, horadando sus destinos
simplemente vuelos que el mismo sol
el mismo que retienen las retinas
ebúrneo iluminó contra el celeste
a clavadistas de la muerte sin destino
honrados seres incansables
que abnegados cargaban el dolor de las estrellas
y de paso
nos pueden cantar el respeto
por el otro mientras caen
por nosotros
que caemos
eternamente.












IV


Dejadlo un tiempo más
Disfrutar cada grano de la tierra
Abajo o arriba, como quiera
Cada cual cree
Con las cruces que le alcanzan.

Sólo un tiempo más de soltería eterna
Tiempo arrastras, tiempo sobre las arenas
Y la piel de aquella
Sigue en su espera dolorosa
Es su amor aquella rosa
Misma flor de primavera
Le ama sobre los minutos
Le espera sobre cada espera
Su mirada aún, verde torreón
En vigilia de los pasos
De cualquier señal o aroma
Que dibuje la figura
Soñadora de su amor
O abrazo tibio que cubriera
La soledad
tan larga que la abruma
tan gris como la niebla
su mirada que aún nos guiña
verde enorme, torreón de fuerza.

Su piel cubierta de arrugas
Color níveo sin fronteras
Cantan la juventud en los retoños de su sombra
Ella lo espera
Recuerda toda cosa
Cuando mira en su bohío de madera
Aquél vacío que la imanta
La espera
Aquél motivo que la arraiga
La vida, que no se sueña
Ni se retira
Esta ahí, donde estuvieron juntos
Esta aquí y no se hunde
¡Corazón gigante que no se hunde!
Me quedo aquí, esta es mi casa; le oigo
Hay un abrazo primero
Parece último.
Zarpa un barco a lo lejos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mil seiscientos. (Inspirado en un verso de Bécquer)

¿cuando debo?
¿escribir hasta?
resquicios cubiertos
innumerable mugre

sé que deseo
sobre mí pavimento
y lugares donde
!Ser un NO
que estalla¡

sé también, no puedo
ser las dos al mismo tiempo
tanta intención que esta en el borde
mi cuerpo escapa de mi cuerpo

llama quemas
entrañas con dagas
lluvia de gotas
que están ordenadas
lluvia de extraños

Y caen mil

!Mil seiscientos cuerpos
sobre las aceras¡

cerraron sus ojos.
yo cerré mis puertas.
todos los otros
siguieron con vendas.

¿hasta cuando debo
escribir que esto acaba?
¿hasta callar la tierra
y todos los nombres?
¿hasta ser asesino
de nuestros asesinos?
¿hasta cuando gente
que la sombra apaga?
¿hasta cuando muerte
no te haces presente?


navegando sobre el aire
dispersando pensamientos
albergar toda esperanza
esperarla y esperarla
nunca llega la mañana
nunca cantan las palabras
las ocultan esas ratas
nos enjaulan en su engaño
que baratas artimañas
nos embaucan los siniestros

¿hasta cuando quedaremos
descubiertos por completo
desatando la ira plena
levantando el desconsuelo
sobre aquellos que acaparan
tierras vidas mar y cielo?

¡vamos que ya estalla!
la ira de las palabras
el odio más profundo
se ha partido mí alma.

los huesos desvanecen
de viento que no amaina

han de sufrir consecuencias
¡se han partido las almas!
las manos
todas las asperezas
porque todos nos evitamos
cual empañados ojos
con tormentas sobre tormentas

caen rayos
me quiebro en mil piezas
torvo de rostro
agrio de letras
todos los otros
cubiertos de impacto
el miedo hace paso
sus bocas son cavernas
todos los otros
tiene ríos en su piel
si, que nada quede vivo
ya no quedan escondrijos

!Caen Mil
Mil seiscientos rayos¡

y todavía no amanece.

sábado, 14 de agosto de 2010

Noche, me has vencido.

Yo no sé que es lo que pasa
Es el ocaso de un destino
Condenado a la batalla

Enajenado corazón
Inquieto en su ahogo
Embaucado en un engaño
Que el mismo ha cometido

Contra su noche arropada
Polvorienta adolorida
El sueño se ha perdido
Contra frío desolado

¿Dónde concilio lo que pido?
¿Dónde espetar aquél descanso
Que se escapa en un sonido
Rebota en las paredes
Y multiplica sus destinos?

El tambor delator
De un corazón que ya se sale
Arranca de la vida
Buscando ventiscas de aire
Conversa con la muerte
El tambor delator.

Me he de proscribir al día
Buscando dejos de noche
Buscando betas de luna
En hojas nostálgicas
buscando
En dominios de pálidos colores
En muros sombreados
Reminiscentes de voces Estrelladas
Me imanto
De pena
Inmanente pena
Del viajero que no duerme
sábanas arrebujadas
movimientos inconclusos.

La garúa pinta los vidrios
Inquebrantables de oscuridad
Me he perdido.

Mi estómago menguante
Mis manos como ríos
Los ojos penetrantes
Las piernas en un lío
Sigo perdido.

Se derrumba cada instante equilibrista
Sin vara ni motivo
Noche me has vencido
Sin cara
sólo boca
Sin pensar en quien me toca
Cuando ya no tengo piel
Ni como he de sentirlo
Cuando ya no quedan manos
Y el cielo se derrumba
Que cae encima
De una cama que cae
Y nada de esto pareciese
Venir de algún motivo
Sino
De aquél silente
Espacio que no vivo
porque uno nace así
con esto de la noche
porque uno es así
un poco más sombrío
y no bastan consejos
ni flores blancas
blancas sin palabras
uno es así
espera y espera
en esas costas
anaranjadas y violetas costas
el viaje con el único favor
de encontrarse
con el sueño que ha huido
árbol seco esperando sus hojas
ya viene a lo lejos
la esperanza
que de espera
se abalanza contra mis llagas
llamas, que nunca cesan
de armar versos que no cesan.

Ánade lejano
Te vienes para mi
Te espero cansado
Te espero sueño anhelado
Me he de dormir
Estoy perdido.

viernes, 13 de agosto de 2010

como quisiera

como quisiera
detener estas rocas
y callar la tierra
que me cubre
aquellas sierras
dos labios
una boca
profunda llena de mar
como quisiera.

como quisiera
cuando cruje de adentro
y la estela de arena
que reposa en mis versos
imita tu rostro
sutil
me acaparo
silencio.

como quisiera
un tajo
tener yo
en mitad del pecho
para ver como el río
se desborda en tu cuerpo
el anhelo y abismo
la caída
un comienzo
un vuelo eterno
que crea al viento
la brisa que enciende estrellas
sobre los cielos más desnudos
incendia el tiempo
y todos los momentos
donde no fui.

una nube destapa un sol
como quisiera.

Sin embargo
Nos queda olvidar
El como
El quisiera
Si quisieras.
Un sol dibuja nubes
Parecieran primaveras
Brotes pequeños azules, si quisieras.

miércoles, 4 de agosto de 2010

No soy apto

cien sinos
cien trinos
quejumbrosos
cien, sino miles de cientos
vaya a saber uno
cual es alguno
cuando se derramará el sol
vaya a saber uno
cuando desgarrarse
sin comportarse
desmesurando modales
arrendando visajes
cejas fruncidas
puños fruncidos
cien gestos articulados
de forma simultanea
muchas emociones
mucha gente
no soy apto.

vaya a saber uno
cuando se derramará el sol
sobre las pieles infinitas
y los aromas
y los gritos
todo hiede

vaya a saber uno
cuando duele lo que duele
que naranjo todo
y lento
y también triste
todo se muele
se traga
y vaya a saber uno
cuando eso vuelve
a ser lo que quiere
o si no es lo que es
quizás le tocó
y nada más y no quiere
y nada más.

cientos de personas
miles de opiniones
siempre inciertas
y aguas congeladas
sobre la hierba
y todo duele
aromos que se emanan
ropas tendidas
banderas de lucha
carros y buses
pasos y cruces
también gente de bruces
corbatas y campanas
ventanas y mañanas
nubes sin luces
pájaros de vuelo sombrío
sombras de pájaros que vuelan
pestañeo de plumas

Alas que se deslizan sobre eso invisible
escalan en cada cuadro
en cada cuadro de cielo
y yo me quedo detenido
en un desierto del tiempo.

Un oasis a lo lejos
tiene minuteros y mares
penumbras lunares
sobre los océanos
primeras fases de un eclipse de sueños
me agoto de a poco
gotea la idea
cae una
y esta rota
no soy apto
para tanto.

vaya a saber uno
para que esta hecho
si es que fue hecho
si es que esta
o quiere estarlo
o quiere apagarse
con las manos
sin quemarse.
carezco.
me falta estar de roca
un poco más armado
me faltan tantas cosas
tantas palabras
sin posibles estados
me faltan tantos vacíos
por encontrar para llenar
que si te encuentro
me alejo
por eso no te veo
y me abrigo
por eso te busco
sin respiros
sobre cultivos de cabellos
no quiero reconocerte
cuando te hayas ido
no quiero volver a perderte
ni en aroma
ni tratarte como arena.

por eso te busco
y me abrigo
sabiendo
que el sol se derrama justo
en esos instantes
cuando creo
estamos juntos y yo
con ese olvido
de uno mismo en los bolsillos
y estamos solos
y reunidos

no soy apto.