Besos vacuos
direcciones erradas
todos los trabajos son forzados
mientras los árboles recuerdan con nostalgia
la densidad del bosque.
La poesía se inunda con pocas lágrimas:
envenenados todos los que leen estos versos
por mandato de mi voz metálica
envenenados todos los que leen estos versos
¡avancen avancen!, ¡retírense cobardes!
busquen a quien contar sus últimas palabras
no tienen escapatoria:
siempre han mentido sobre lo que realmente son.