martes, 11 de marzo de 2014

Canto a la verdad


I

Muéstrame en las noches las estrellas donde viven los muertos
muéstrame tus manos de valle y tus cantos de cimas
muéstrame las luchas sin muertos y las vidas sin heridas
muéstrame el abrazo que completa mis brazos
muéstrame la piel donde realmente me hallo desnudo
muéstrame aunque sea la última luz de este mundo

muéstrame palabras que no rezuman supuestos
sino el puro amor que se halla entre los nuestros
la verdad que se halla como el respiro
y ahí sumergirnos con holgura
todos los que esperamos la calma a esta locura
y ahí brillar estirando la hermosura de lo cierto
la caricia que recorre el pasado bondadoso
los pechos que se aúnan
construyendo un colchón sin fin
para caer sin más preguntas
dejar caer las preguntas
que son la cabeza de mi cuerpo.

II

Véase en este mundo de necios
La verdad izada por cualquiera
Con prepotencia y agudo sentido
Como quien recorre las alamedas tranquilo
¡Vaya! están todas repletas las aceras
De voces coloridas y exaltadas
Que apenas pesan un kilo
De pan para la espera del hambre
Sedientos para los ojos del niño
Perdidos para el mapa de estrellas:
Mudos para el poeta.

Cabalgan sobre luchas imaginarias
A velocidades considerables
Atropellando realidades
Que no viven en sus libros
Que no viven en sus banderas
Que no viven en sus lecturas
Pronto se estrellarán
En el muro de su lengua
Levantado tantas veces
Para encerrar sus miedos.

III

Somos quienes más han aprendido del miedo
El XXI es una concha llena de misterios
Las perlas se hallan manchadas de muerte
Tanto del miedo a ella
Como también de esa muerte sobrevalorada

Somos quienes más han aprendido a idear
El XXI es una cabeza llena de ideas pesadas
Las perlas ahora son mundos individuales
Pero no orbitan en ningún sistema

Somos quienes más han aprendido del olvido
Y ahora mismo no sé como empezar
Para terminar esta escena de celos que hago
A la prófuga realidad.

Somos quienes han aprendido a no compartir ni escuchar
A martillar las voces que se aproximan
A retratarnos en cada objeto que poseemos
He visto tantas estatuas como hombres
Y tantas estrellas como postes de alumbrado
La noche es triste como el pavimento
Y los perros amigos de la eternidad.


IV

La añoranza es simple
 La búsqueda es simple
   La felicidad es simple
       El miedo es simple

Manos estrechándose: simple
Un
    ave
         revoloteando
               en las estrellas
                    para armar su nido en la rompiente de la luz : simple

La nube imitando a dios para reírse ante un cielo expectante: simple

El sombrero sin conejo
  Un mago preocupado,

    El bigote más largo y ancho
         Que la víbora satisfecha de cenar humano,
            
         El mordisco que le dio un tal pedro
           a los rascacielos
            a las muñecas rasgadas
              (canta una lira a lo lejos)
              al país más largo del mundo
                Justo en su mitad
                    Justo en su mitad más amarga: simple.


La verdad existe. Simple.


"el poema es el amor realizado por el deseo que ha seguido siendo deseo" René Char

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