El enigma del final.

Cuando estarás presente en mi

tú 

quien tanto te haces llamar yo.

Salir de las tardes como un aprendiz

admirar la luna y ser resplandor

contemplar la duda con el tiempo de otros

admirar el llano carmesí de mi sangre 

un vasto lugar lleno de ritmo

que tanto se hace llamar mi sangre.

Salir de las tardes como un aprendiz

explorar el rojo, los bosques, las hojas donde escribí

el otoño de la carne donde anidó mi silencio.

Cuando estarás presente en mi

tú

quien tanto te haces llamar yo.

Allí te vi entre los campos saltando

cerca está esa libertad de ser la mía

allí entre el borde de un río perlado

la montaña se enfriará junto a mis ojos

recorreré los árboles y las orillas

con la liviandad de un alma

tocaré la lira del rocío

besaré todas las cosas sencillas

y verás que todo será como antes:

juntos

y verás que todo será como antes:

ciertos.

Allí te vi entre los campos saltando

cerca está esa libertad de ser la mía

allí en un balcón sellado por la ausencia

estaré mirando el horizonte de todas las cosas

y mis labios besarán la copa con viento

para beber el ocaso.

Anís es el sabor de esa boca

que se hace llamar mi boca

su cristal: la piel de los supuestos muertos

y ese beso

tan suave despertando entre las llamas

como si nada pasara 

porque solo es un sol de la mañana mía

y mía la llamo porque el recuerdo es la roca

tallada por manos perfectas de pasado

el sol es pasado

la luz esta aquí encima

es todo tan real. 

mas, ¿cuándo estarás presente en mí?

¿cuándo? 

el reloj esta sentado donde acordamos amarnos.