Aves del resplandor
extrañamente
buscando cuerpos donde encuentren ramas
con cierta sed que simboliza el oro
quebraban cimas para hacer campanas.
Silentes vuelos rasos en sus ropas
recuerdan las estrellas como últimas
es cada luz que cede.
¿Con qué valor,
y en qué plumaje soy quién soy ahora?
¿Por qué al abrir las alas yo te añoro?
¿Cuánto de amor existe en la agonía
cuando amanecen vuelos y no hallarte?
liberto madrugadas como un coro.
No lo sabré. No importa.
Aves del cáucaso, yo soy.
Yo quiero ser. Ya voy volando.
(Inspirado en la métrica y palabras de Jorge Luis Borges. "Caja de música".
y Gonzalo Rojas "80 veces nadie").
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