sábado, 23 de noviembre de 2013

Blanco


El sexo de las flores hace lluvia de las cosas,
las tragedias más grandes
acontecen en tardes pequeñas,
y los árboles se besan en las redes del aire,
y las flores se acuestan con las flores del aire,
la timidez de la sombra no se hace ver en este día
vestido tan blanco como tu nombre en mi memoria.

Ayer te amé desde mi boca
salió ligera la palabra que jugamos
alguna vez cuando la luna nos unió
en la penumbra enrarecida de un vapor exacto

la costa que lejos aparece entre mi pecho
estalla en el blanco de este cielo apático
ayer te amé sin sombras
representando este día llano
en el aire que nos rozaba
venidero día de los pensamientos
que hoy tocó mi puerta.

Ayer escaparon con fuerza las manos
que te toman hoy temblorosamente
sobre la fuente incesante
que de mi agua se nutre.

Letanías plumíferas orquestan este lago
este lapsus incierto 
donde estremezco a gritos los rincones de la tarde
sin querer te aúno, en una esclavitud extraña
en mis sábanas que se han hecho tan pequeñas
como la extensión de la mirada en este día




blanco




como el final de un libro que pareciera interminable.

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