Hubo garúa sobre la carta que no conté
leve, suspirando, cantando: solos comúnmente solos.
pesan las púas en las rosas que yo aparenté
regalé, solemnemente dispuesto a todo: a todo.
Entonces me verás caer en picada
contra las puertas de una boca
que nunca fue mía
ni será, ni seré de ella.
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