He tomado la determinación
invaluable y axiomática
de no decir absolutamente nada
porque cuando dije todo
se fueron
como en un carrusel
y los vi girar repetidas veces
entonces partían cíclicamente
mientras yo
cada vez me hacía más pequeño.
He decidido no decir nada
porque cuando dije todo
un reducto del corazón afloró
con los colores de ustedes
con las estrellas de sus cielos
y nadie levantó la cabeza
y nadie enfocó sus oídos
y nadie fue capaz...
seguí ahí
en mi propio espectáculo
de ustedes en mi.
He decidido por arbitrio de la honestidad
amarlos sin ser escuchado.
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