sábado, 2 de enero de 2010

Amarillo cadmio





en la corteza de las palabras
radican mis penas.

en las cantatas lejanas
que se oyen
se asilan las penumbras pasajeras.

Miren, miren el cielo venir de estrellas.

se asignan.
se ordenan.

Así mismo.
se ordenan mis lagrimas
en mis brazos, en mis muñecas.

se agrietan de preguntas.
de pasados remotos y de personas pasadas.
de cobre, de campo, de trabajo.

tantas cosas, una tras otra.
tantas veces, una tras otra.

caras de silencio, uno tras otro.
un segundo tibio, ensimismado y detenido.
para seguir con otro y con otro.
tantas veces como sea necesario.
como la misión lo quiera.
como cuanto dios lo necesite.
como cuanto hombre que desespera.

Oigan, oigan el viento venir de ceniza
venir de cirios
venir de amarillo cadmio.

miren como se cubre el rostro de consuelo
el viento tibio y abrasador.
y la tierra complice
recibe lagrimas como monedas.

la tierra que tanto ha dado.
tanto ha quitado.

¿donde a quedado el hombre tras ese segundo?
¿donde se guarda, cuando el tiempo le ha ganado?.

2 comentarios:

  1. (...) "se agrietan de preguntas.
    de pasados remotos y de personas pasadas.
    de cobre, de campo, de trabajo." (...)

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