sábado, 20 de marzo de 2010

Endecasílabamente demente

Estando en el abismo rastrero
Entre la prosa y el verso sin ritmo
Buscando en un jardín de letreros
Lo bello de la palabra egoísmo

Escribo desafinando los peros
En mil cadenas, tontos algoritmos
Atada de cuello, de pies espero
Libertad de mi aliento como istmo

Corriendo despavorida me vieron
Yo, poesía, mendigo un vino
Los sabios poetas de vino fueron

Ahora trasquilan su llanto ovino
Tontos Ilustres e insignes creyeron…
Ya no quiero, basta de métrica.

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