viernes, 15 de julio de 2011

Entendí los signos

Entendí por noche todos los signos
Entendí por final a todas las muertes
Entendí por Dioses la falta de hombre
Entendí por sociedad una utopía
Entendí el miedo como un motor
Entendí mi cuerpo en sueños profundos
Entendí los sueños en la realidad
Entendí la música en mi pasado
Entendí el pasado cuando olvidé la ciencia
Entendí también de las cosas bellas
Entendí los árboles como sepulcros
También como el silencio
También como baúles.
Entendí el viento al sur del país
Entendí el mar cuando bramó
y jugó conmigo a la muerte
Entendí las flores en las estrellas
Cuando titilaron abriendo sus capullos
recorriendo distancias eternas
Entendí la tristeza en una luna plateada
Que es la luz de la noche viajera
Entonces los signos se contagian de plata
De metal pesado en el filo
de nubes fieras.

Todo esta en los signos que interactúan
Así, cada cual con su reflejo nocturno
Con su tristeza de repente enceguecida
Con sus entendimientos en un limbo
Entendí esto como cadenas
Como infinitas cadenas dándome vueltas
Orbitándome así con sus zumbidos
Abejorros buscando la miel del centro
Y yo tendido
Expuesto a la vida que me ha tocado
Lidiando con ideas repetitivas
Poniéndome la capa del cielo
Estirando mis dedos en las ramas más altas
Bebiéndome el mar y siendo más profundo
Siendo siempre más y más oscuro
Más acaecido
Más cerca del atardecer
Hasta estar vencido de cuarto bajo llave
Hasta estar en las rodillas de la cama
Rezando al papel mortecino
Que llegue la noche del nacimiento
de un nuevo universo.

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