miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Qué más me pueden pedir?

A veces camino por las calles
como un hombre híbrido
medio caballo suelo ser
uno de un juego no resuelto de ajedrez
y contribuyo al paisaje
de la siguiente manera:
avanzando así a pasos de eles cortas y rechinantes
contando los cuadraditos que sumados forman
lozas completas
que completan espacios de tierras en tumbas
similarmente a los pastos que cubren las estaciones de un marzo enerado
o a los árboles sin espacio suficiente para la sed
que ornan la ciudadela de las cabezas bajas.

Además contribuyo con la descripción de
esta red teselada
que congrega a un cardumen de largas piernas
de caras planas o de ojos hinchados,
los pasos que van dejando atrás los transeúntes
A veces son nuevos comienzos para otros
Y Humean en la mañana de los sonidos traqueos
Y humeo yo al mismo tiempo
porque ya he contribuido con un hijo viejo
E hijas sobre ruedas quejándose de la vejez.

A veces camino por las calles
y otras cosas son importantes
las personas se borran con mis preguntas
los aromas enmudecen las narices amargas
calibro el sol con las pestañas
manejo el curso de mis horas
y a veces duermo en las mañanas tuyas
y a veces canto en los silencios impuestos
y a veces escribo sobre tu nombre como si fuera el mío
entendiendo tu extrañeza de verme
cuando parezco ido…
sin ir más lejos ya he contribuido
Con un hijo viejo
E hijas sobre ruedas
Quejándose de la vejez.

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