domingo, 10 de abril de 2011

El guarda alma

escribo de letra suelta por ti
pasa una brisa que tañe el corazón
mi piel es un valle que resguarda abrazos
y mi razón
perdida en tus brazos
enormes de extensión impensable
¡ay razón!
te pierdo
fácilmente entre los hombres
mas aún cuando todo
no tiene razón por razón
y te pierdo
absolutamente
ante la medida de mi inspiración
la medida de aquél brillo
que no genera sombra
ni desazón
las lagunas en sus mejillas
no experimentan caída
no hayan tierra nacida
para tal bendición

la profundidad de su mirada
tiene explosión de nubes llanas
nubes blancas apartadas
resguardan vapor
que no es de agua:
es la verdad de la humedad
que guardan la pena y los pilares
ella es de roca viva irrompible
de armazón que arrasa lo irascible
nunca existirán
tal cantidad de altares
ni imágenes ni elementos vulgares
que imitasen la vida en su esplendor
en su batalla no hay quien gane
es vencedor
ella, que de él tiene más que ellos
transforma marionetas a la vida
y sonrisas en veleros o epopeyas
sopla vientos bellos y serenos

un mar y un firmamento le hacen venias
un ocaso ya le ha dado sus cabellos
un aspirante poeta sus seremos.

tiene cara de todas las fuerzas posibles
tiene alma de sólo una alma posible

su sombra calla con silencios los pastos
su risa multiplica los hallazgos más hermosos
justifica la calma y la paciencia más intensa

no podría negarme, sería la inconsciencia
ante esta belleza más diáfana que cristal

estas palabras que se arrancan de mi pecho
que también tiembla
ante tal
suceso
que de pronto se derrumba, ya sabemos
mas, no hay heridas con amor
el escudo más grande
que descansa sobre todo el que te vio
el que te ve y te verá
no hay, ya no te detengas
porque no habrá
y el camino está demarcado
el otero alejado y verdoso
el follaje del río caudaloso
horizonte de largo caminar

estas a un pequeño paso de gran distancia
pero cubierta de sabiduría en todas las cimas.

ya no existen lamentos
somos lo que anhelamos
mas nuestra acción nos hace

existes y piensas todo en uno
no hay primeros ni segundos
ya no existen lamentos

sonríe pequeña con sombra de eclipse.
sonríe con cara de soles miles.
somos luz y oscuridad.

un mar y un firmamento te hacen venias
un ocaso ya te ha dado sus cabellos
un aspirante poeta: sus seremos.

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