jueves, 28 de abril de 2011

Poemario (Abril)

No sé definir tu melancolía
Ni tu distancia que aparece muda
Eres sombra de artilugios labiales
Lejanía de caretas caricias
Eres mía de atardecer
Mía de locura
Y alabastro de repente
Quieta, jaspeada y fría.

Opacas la vista
Tiemblan tus mejillas maduras
Y cae la hoja del cabello largo
Quebrajada por la sed de tantos inviernos
De tantos inviernos donde no hubo casa
Ni oído
Ni pétalos de piel profunda
Ni puente de cobijo.

No sé definir tu melancolía
Cuando callas la manta que susurra
La captura de tu imagen en la copa
Que tenía mil lagunas mariposas
Y un espejo con todos los cielos
Y toda la historia de sus azules.

No sé comprender aquella agonía
Cuando brillas tras el velo de la herida
Y mi cabeza sumergida en tus rencores
Ya no puede soportar las escotillas

Es algo que cala tan hondo
querer levantarte
acariciar tus rodillas
tomarte por las estrellas
y viajar por las avenidas
fumar, conversar y divagar
entre las camas de un invierno investidas
somos capaces no temas
para todas las danzas y los colores de orquídeas
somos las manos que alcanzan su tiempo
como los niños que se pierden
como los niños que no vuelven
así somos primeros en los besos de mares
así somos distantes y no entiendo el ropaje
como un niño
y me izas, indefiniendo el lenguaje
en el risco de mis manos
en el salto mortal
recompensado de tu canto
ahí estoy en el vértigo
acomodando la caída
vertido desde ti
el no entendimiento
y la lozanía
la cruel lozanía
de la edad que nos arrebata en cada ir
el devenir
caída.

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