lunes, 12 de abril de 2010

El amante

Las escamas secándose están
Como otoño marrón seco
La corteza cediendo se va
Con el canto su temor tiembla
La piel que abandonó y dispersó
Se sopla vencida del viento.

ÉL, piel, cual piel del momento perdido
Cualquier, hombre de segundo rendido
Encuéntralo y cuéntalo, con elástico guárdalo.

Colecta su dolor, en canastas impermeables de alma
Conserva lo sensible de estas palabras, alargadas en un verso sin aliento.

Vamos respira
Que continuará en su novena a lo maldito
Él y sus versos lacónicos de infinitos armonicos
Versos, sin nombres ni apellidos apáticos
Con sonantes palabras rebotando en sus aires
Como sus miedos amantes de la vida parásita
Consonantes enamoradas escondidas con mantas ¡!!ktyrspqwzx!!!
Huyendo, como sus miedos adeptos a su cuerpo …x v b y t r s w q q z

él y sus miedos moluscos aferrados
Enarbolados hacia su destino marino de marejadas.

Él, duerme plácidamente, sus miedos trabajan arduo
Él, camina con su estandarte, de frutos fríos y amargos
Frutos de la soledad y él duerme álgidamente

Las ventanas congeladas de cortinas amargas
Se desnudan al canto del gallo naciente del rayo
Y aún, esos recuerdos de luna, merodeando su cuarto
La mañana penetra en los recuentos a trancos
Pisoteando el satélite, metalizado menguante

Él y sus versos, sus amantes.

Permanecen en un apagón constante
No quiere despertar del sueño irreparable
Quieren seguir entre la ficción reinante
Aun sabiendo, que a la deriva de su inconciente
Navegará eternamente inane, profundamente nómada
Marioneta de sus estados cerebrales.

Ama saberlo, como sus miedos le aman.
Saber que vive en un sueño
Y que la vida en un sueño, es algo dentro de otra realidad
Ama saberlo. Un globo dentro de otro, una palabra solapada a otra.

Y su familia son los dueños
De aquella línea que ha de cruzar
Son Dioses reales que lo protegerán
Son táctiles y cómplices, mirándolo cubierto de sus sábanas
De su silencio irreal
Son cómplices de su letargo transado
Por no llorar o mirar abisal en las conciencias tremebundas
Tremendas conciencias vagabundas de estos momentos!!!

Por eso quieren verle dormir en los laureles del silencio
Verle acabar en distancias lejanas del cuaderno
Verle por fin, muriendo, por fin cediendo
Como la corteza del inicio de los tiempos
Como la manzana desde la coyuntura más débil
Abriendo paso gravitacional en su abandono febril
En su enfermedad intensa derrumbado a sabiendas
Verle difuso, material arrastrado en molienda
Zarrapastrosa inconciencia, pero libre de juicio y engaño.

Muriendo, para no verlo más allá de la mecánica, escribiendo.

Duerme, muerde el anzuelo que arde
Pica la trampa del detenimiento.

Él no cae, ya está enamorado!
De los versos sus pilares
De sus miedos, alimento
De finales incesantes
Van y vienen de sus sueños

ÉL no cae no se queja
ES amante de sus versos
no hay quien lo detenga
ni aluvión ni tortura inmensa

Es amante de escupir
la verdad sobre la mesa.

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