martes, 8 de marzo de 2011

poemario (Lunes 7)

I

Sobre una cima de pocos
Nocturno bordeando distancias
Todos locos, alabanzas secas
Velas cándidas
Muertos pálidos
Secos cadáveres
Mudos mis pálpitos
Mudos los fenómenos
Mi corazón no tiene ánimos
Mi lengua nudos: sin solución
Nudos, sin solución, mis hartazgos
Vaya, vaya que día y que resolución
Olvidar quien soy
Para ver quien fui
Para ver quien es
Todo el que es
Cuando no estoy.
Desaparecí.
Ya no estoy mago de cartón
Truco de carbón
Negro, manchando solución
Manchando porque no hay
Porque no hay respuesta
Ni contrariedad
Vencedor no soy
Ya no estoy mago de cartón
Ganador en la trova
Sin canción ni alcoba
Tampoco, creo
Tampoco estoy.

Me resguardo en relente
Me humedezco en la idea
Me enmudezco
con dios de letra
Y problema paloma
Volador problema que toma
Tormentas de trova viajera
La nube sin cauce ni vela
Ni camino
Ni canal
Ni viento
Ni acera.
Por favor
Detengamos la marea
De mi pecho marítimo
Un mar de pasión
Un vaso de escondrijo
Por favor detengamos
Los barrotes con filo
De mis manos caricias
De mis dedos heridos
De mis dedos tuyos
Con distancias tuyas
Con marcas tuyas
Con silencios tuyos
Las caricias
Las horas tuyas
Las dudas mías.


II

Imagino
Que somos lo que somos
Te tomo de raíz
De la misma agua que somos
De la misma agua nos confiamos
Nos miramos
Y Tememos de la pregunta que nos asalta

No te amo. No me amas.
Tampoco lo contrario.
Nos reconsideramos
Cada instante
Cuando recordamos.

III

No escribo alud
Sin sentir que caes
Sobre mí derrumbada.

No escribo amor
Sin dudar de la muerte
Y prontamente
De la vida que respiro.

No escribo flor
Ni estribillo
Ni calor
Sin pensar en todo eso
Jugando un sólo verso
Con tu voz
Un sólo verso con tu voz
Que magnífico color
No hay poesía para ese dolor
No hay poesía
Cascadas largas de pavor
No hay poesía
Amarras y cruces
Ya nada
Nada sirve de redención.