jueves, 23 de junio de 2011

Era

Alguna vez fui la espalda del ruego
Una noche cabizbaja
Donde mi campana era el pecho más abierto
Que tenía consignas para estar vivos.

Era yo la autoridad del cielo más negro
Que atestado de cuervos callaba.

Era todo lo que quería ser y lo que odiaba en las distancias
Era la unión de dos caras en su roce
Y la mañana de una lágrima sin motivos
Era yo: todo lo que concibo y lo que abandoné cuando era un niño.
Era una era completa de asesinos masivos
Y de hambre injusta que amerita muerte de la carne.

Ahí estaba
Ahí era
Ahí agitaba la lengua en una borrasca de miedo
Y era cobardía
Y era silencio de arma sin carga.

Odio esto que era
Cuando la crisálida revienta
Entre los dedos
Una tarde de mariposas en acuario
Imaginario
en una tarde de venas sobre los muros de la gente diferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario