domingo, 19 de junio de 2011

Hablemos de liviandad

Que livianas armaduras cristalinas
Cargan tus manos con mis manos vetustas
A veces tengo historias agua salinas
A veces parezco de tiempos extensos
Y soy la noche de todas las noches

Tengo la sonrisa de todas las caras
Aguanto en mis espaldas el sudor del mundo
No tengo cruces y menos imposiciones abstractas
Parezco joven pero el árbol me delata:
La corteza de mi cara marchita por inviernos
Pasa inadvertida entre la aurora que no canta.

Y todo esto mío que es de otros que yo siento
Ya aparece entre tu cara sin descuido
Son livianas las maneras con que ya te mueves
Ligeras y pájaros contra el viento que azota la vida:
Ahora son tus palabras del relente .

Un molino de agua esta trillando
los motivos aciagos que pesaban
aquella agua que cae por las gargantas en los días
que la pena arrecia pero sigue su camino hacia la calma
Un molino de alas tiene por nombre nuestros nombres
Y no somos alígeros
Y no somos como todos creen que somos
La suavidad esta reinando entre nuestros aires
Y no somos dueños de algo que somos
Esto de tener un poder es por todos y nosotros dos en un mismo instante
Ígnificadas son las coronas con cuerpos henchidos
Cuerpos rodeados de cuerpos
investiduras de pieles lascivas
Pero pieles humanas buscando sus mujeres y sus hombres
Eso, eso es poesía de las rocas altísimas en llamas
Del hombre en el cuadro mirando sobre las nubes
Eso, eso es poesía y somos todas las mañanas juntas
Y Todos los finales hermosos que desbordan con sangre entre las rosas
O con risas entre los bordes últimos de la existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario